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¿Sabes quién es Inanna?
El mito de Inanna es uno de los más antiguos del mundo, encontrado escrito en las tablillas de los vestigios de la cultura Sumeria en la antigua Persia, en lo que ahora es Irak.
Ella es una Diosa Sumeria muy antigua. Mientras que en algunas culturas del mundo las Diosas han sido Madres, Sumeria adoraba por milenios a Inanna que era una Diosa Amante.
De ella se despliegan muchos de los misterios de la sexualidad sagrada.
Mujer sensual, poderosísima, guerrera, pero también enamorada del amor. Una heroína hermosa, dulce y a la vez fuerte.
Su historia cuenta que por un fuerte llamado de su espíritu, deja su lugar como la Reina del Cielo y de la Tierra y baja al inframundo a visitar a su hermana gemela -Oscura- Ereshkigal... y este encuentro la lleva a morir y renacer a una nueva vida.
Todos tenemos en nuestro interior esta dualidad -oscura- que forma parte de nuestro inconsciente, el niño herido, las memorias de dolor.
El Arquetipo del Héroe y de la Heroína ha estado presente siempre en las mitologías de la humanidad. Donde un hombre o mujer comienzan una búsqueda que transforma la realidad y la vida de su pueblo.
El mito de Inanna representa el viaje de la heroína y del alma, hacia lo más profundo de nosotros, para volver de la oscuridad de la cueva con el regalo de la sabiduría. Un viaje que seguramente ya has transitado alguna vez en tu vida....
Ella desciende 7 niveles dentro del inframundo y en cada nivel se va desprendiendo de sus más preciadas posesiones materiales..... desapegándose, entregando todo, para llegar al nivel más profundo y volver a nacer.
Su historia es una poderosa metáfora del inevitable viaje interior hacia el dolor y la oscuridad, que todos necesitamos hacer para renacer expandidos, nuevos, iniciados... y así poder compartir con los que nos rodean una nueva luz, la sabiduría.
María Magdalena fue iniciada en los misterios de Inanna. Fue una mujer que supo transitar su oscuridad para tomar su más brillante luz.
Abrazar las Enseñanzas de María Magdalena, implica abrazar también la oscuridad que nos habita. Las Sacerdotisas sabemos navegar tanto en la luz como en la oscuridad, pues sabemos que son lo mismo y una no existe sin la otra.
Con Cariño,
Athenea Flor del Nilo
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